Vaya por delante el debido respeto a los órganos que hacen cumplir la Ley en nuestro país, y sin querer entrar en disquisiciones de tipo legal, me gustaría aprovechar este foro abierto para expresar la profunda necesidad que tenemos en España de contar con verdaderos profesionales del Deporte en nuestras instituciones de gobierno públicas.
Lo digo porque hace unos días nos desayunamos con la noticia de la anulación del nombramiento de Albert Soler como Director General de Deportes del CSD y que, además de generar sorpresa en el ecosistema del Deporte español, no ha caído especialmente bien.
Y es que Albert es un viejo conocido para todos los que nos dedicamos a la Industria del Deporte en España y suma una extensa carrera, primero como deportista y después liderando en la gestión, tanto en el CSD como en el FC Barcelona o en el mismo Ayuntamiento de Barcelona, en donde mantuvo responsabilidades vinculadas a la gestión deportiva.
Albert Soler siempre ha sido una persona de consensos deportivos, abierto a dialogar desde la experiencia y el conocimiento que le da una vida dedicada al Deporte desde diferentes posiciones.
No recuerdo qué día fue cuando hablaba con otros compañeros del ámbito federado sobre los primeros meses de Albert Soler al frente de la Dirección General de Deportes y, la verdad, no se puede decir que haya llegado a observar desde la ventana, sino más al contrario. Haciendo memoria con mis compañeros repasábamos cómo desde que ha aterrizado en esta segunda etapa en el CSD y delimitando las atribuciones que le competen relacionadas con los procesos administrativos y de gestión, se están abordando y transformando elementos clave de nuestro Deporte, y destilando criterio. Nos podrán gustar o no pero no podemos negar que tienen criterio: las subvenciones plurianuales para las Federaciones Deportivas Españolas, el nuevo programa Team Élite, los derechos audiovisuales de las Federaciones…
Acertará más o menos, pero es innegable que sus propuestas de trabajo transmiten las ganas de construir y enriquecer al Deporte Federado Español, y eso es un valor que en los tiempos actuales se recoge con gusto.
Así que dicho esto, me gustaría también recordar que nuestro Deporte Federado no puede permitirse un frenazo en seco con un nuevo cambio en la Dirección General de Deportes porque los proyectos de calado que se han puesto en marcha no pueden detenerse, y obviamente tampoco pueden ser desarrollados por personas ajenas a quienes los han elaborado.
Hagamos porque los profesionales del Deporte sean mayoría en los órganos de gobierno públicos.
Firmado: José Hidalgo, Presidente de ADESP